La industria farmacéutica europea quiere recuperar terreno cedido a Estados Unidos y China
La industria farmacéutica española y europea en su conjunto se proponen ganar en competitividad global y recuperar terreno cedido a favor de Estados Unidos y Asia. Por lo que considera que la nueva estrategia farmacéutica europea logrará ampliar el acceso a las terapias para todos los ciudadanos que residen en el continente.

La jornada sobre los desafíos y oportunidades que ofrece la estrategia farmacéutica europea reunió a todos los agentes del sector salud para pedir a la Comisión Europea que no se frustren las expectativas generadas por este gran cambio en ciernes.
El evento fue organizado por la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica (Farmaindustria) y la Federación Europea de la Industria Europea (Efpia). Como presentador del mismo, el director general de la primera, Humberto Arnés, declaró que el sector local trabaja para que el continente disponga de más terapias para todos en beneficio de los pacientes. Dentro de la actual oportunidad histórica que supone relanzar la industria comunitaria para recuperar los pasos perdidos respecto a Estados Unidos y Asia.
Además de atajar problemas como la inequidad en el acceso a los tratamientos entre los distintos países de la UE, como constata la Efpia, informe tras informe.
Por lo que Arnés albergó la esperanza, más temprana que tardía, de que Europa supere este reto extraordinario y no se vea vulnerable y dependiente de mercados internacionales inestables.
Seguidamente, Juan López-Belmonte, presidente de Farmaindustria, describió la citada estrategia como la iniciativa comunitaria más importante para el sector dada su enorme importancia estratégica. Como demuestra poder celebrar una sesión sin mascarillas, después de dos años de dura pandemia, tal como aseguró.
Del mismo sector añadió que es a la vez capaz de unir ciencia y tecnología para incrementar las posibilidades del ámbito biomédico a la vez que se genera valor económico para los países.
Aunque dentro de un círculo virtuoso entre economía y salud en el que señaló que Europa ha perdido protagonismo mundial. Si en los años 90 del siglo XX, Europea desarrollaba el 43% de los fármacos que salían al mercado en el planeta, actualmente ese porcentaje se ha restringido al 23%. Lapsos en los que, por su parte, EEUU ha pasado del 21 al 47%.
López-Belmonte destacó que ser más competitivos cuenta con el problema inicial de que desarrollar una nueva terapia cuesta 2.500 millones de euros, y que sólo el 10% de las moléculas en investigación clínica llegan al mercado.
Por lo que es esta la mejor oportunidad de los últimos 30 años para mejorar el acceso de todos los europeos a los nuevos tratamientos, con fomento de la actividad industrial y salvaguarda de la sostenibilidad de las cuentas públicas.
Desde un país que, como destacó de España, debe estar alineado con la nueva política farmacéutica europea. Razón por la que saludo con satisfacción el anuncio del Gobierno para este mismo año en curso de un plan estratégico de política farmacéutica, dentro de su programa general de recuperación, transformación y resiliencia.
Nathalie Moll, directora general de la Efpia, recordó a los poderes públicos que la actividad farmacéutica e industrial requiere un clima de predictibilidad para aprovechar las oportunidades que ofrece la ciencia. Al ser este el tiempo de revisar la legislación desde las enseñanzas que nos ha dejado la pandemia de Covid-19.
Propuso Moll conectar incentivos y acceso al mercado para dotar a la actividad industrial de un necesaria estabilidad que fomente la innovación desde la confianza recíproca y con la voluntad compartida de superar todos los problemas.
Además de acompasar los presupuestos a las necesidades de salud y tener presente que, mientras unos medicamentos curan, otros mejoran la vida de los pacientes en diferentes aspectos.
También llegado de la Efpia, su vicepresidente, Olivier Laureau, afirmó que superar crisis sanitarias requiere una voluntad de aproximación y trabajo conjunto a favor de que los desarrollos farmacológicos puedan llegar a todos los ciudadanos del mundo.
Desde su punto de vista, el riesgo que supone el hecho de investigar y desarrollar fármacos, debe ser compensado con un acceso más rápido al mercado, porque la innovación no puede esperar. De modo que propuso trabajar con transparencia en toda la cadena del desarrollo de un medicamento y trabajar por una mayor proximidad hacia los reguladores.
Para hacer llegar la innovación incremental a los pacientes de la UE de los 27, según el camino emprendido por la Comisión Europea el pasado 25 de noviembre de 2020.
Además de reclamar un nuevo liderazgo en innovación para la Unión, Laureau propuso que ese protagonismo también se traduzca en la producción efectiva de fármacos, a través de un ecosistema innovador reforzado.
Dentro de un proceso en el que debe primar la transparencia en el sistema de asignación de precios para los medicamentos a partir de una metodología que debe ser simplificada.
En una trayectoria en la que espacio regulatorio y el respeto a la propiedad intelectual hagan ganar en competitividad al país y al continente en su conjunto. Dado que atribuyó un papel destacado a España en este diálogo en curso. Al ser un país perfectamente capaz de producir medicamentos y vacunas en abundancia, como señaló.
Y a sabiendas, aseguró, de que la industria sabrá cumplir en todo momento con la parte que le toca.
De lo que el vicepresidente extrajo uno puntos esenciales para conseguir todos los objetivos comunes planteados. Gracias a un acceso más rápido al mercado y un uso inteligente de los datos.
La parte institucional fue atendida por el doctor César Hernández, subdirector jefe del departamento de medicamentos de uso humano de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Quien expresó que la política farmacéutica comunitaria, empezando por la local, no merece una enmienda a la totalidad, sino que requiere un ajuste fino.
Se trata de un proceso que parte de un acuerdo general de todos los agentes sobre los objetivos comunes, pero que implica un análisis más complejo para su puesta en marcha.
Sobre las estrategias de Rolling review, o evaluación de fármacos sobre la marcha, a la que se ha recurrido durante la pandemia, consideró que es un enfoque válido pero que demanda muchos recursos por parte del regulador, por lo que probablemente no se puede utilizar siempre.
Aunque reconoció que hay destinatarios que a los que no deben llegar incentivos, Hernández admitió que la Administración debe pararse a pensar para ser más eficiente, reducir burocracia y abaratar los trámites. Además de contemplar la posibilidad de tomar decisiones post autorización, dependiendo del comportamiento de un fármaco en su aplicación clínica.
El subdirector, que ironizó con el hecho de que hay pacientes que se enteran antes de algunas novedades que los propios reguladores, también consideró que es preciso contar con una estrategia de datos que supere la actual fragmentación de la información en el sector salud
Finalmente, y sobre problemas a tener muy presentes, se refirió a la falta en el mercado de medicamentos pediátricos y a los desabastecimientos como fenómeno de creciente preocupación.
En nombre de los clínicos, el doctor Alberto Borobia, coordinador de ensayos clínicos del Hospital Universitario La Paz (HULP) de Madrid y presente en pantalla por estar convaleciente de la Covid-19, pidió más medios para que los investigadores puedan estar más presentes en la investigación de nuevas terapias. A partir de una mayor participación de los médicos que el presidente de Esclerosis Múltiple España, Pedro Carrascal, también pidió para los pacientes. Al ser unos colectivos y otros partidarios de aprovechar esta nueva oportunidad impulsada desde Europa.
Fuente: IM Médico