La farmacéutica multinacional arrastra una deuda cercana a los US$ 31.000 millones y ha visto como sus acciones han caído en un 90% en los últimos 12 meses y 76% durante el el último año.
Por esta razón la compañía ubicada en Québec, Canadá, decidió trabajar con Morgan Stanley, el banco de inversiones y agente de bolsa estadounidense, para poder mejorar su situación mediante la venta de sus activos dermatológicos.